La recompensa del pervertido
Lo primero que hay que aprender al tratar con otras personas es que no se les debe impedir que sean felices - justo como ellos quieren que sean. Él era un vagabundo común, pero conocía muy bien esta ley. Y cuando una joven y hermosa pareja en una limusina de lujo comenzó a tener sexo frente a él, provocándolo e incitándolo, se dio cuenta de que todo lo que tenía que hacer era formar parte de esta vívida celebración de la vida real, salpicadando la alegría de ser…